martes, 26 de julio de 2011

Por qué los políticos no pueden (no saben) trabajar en equipo.


Una frase reiterativa en todos los grupos políticos es el trabajo en equipo, pero sin embargo en la práctica no lo hacen tan bien como quisiéramos. Los hechos nos indican que los personalismos, caudillismos y liderazgos mal entendidos impiden realizar un buen trabajo colectivo armónico y eficiente.
Las causas más importantes de este poco efectivo trabajo en equipo son:
1.- Excesivas ganas de protagonismo de los dirigentes. Esto de alguna manera es lógico ya que los políticos no pueden ser incognitos, necesitan del voto y de la aprobación popular, por eso requieren de aparecer en todas las “fotos” posibles, como gestores o integrantes de alguna noticia, ojalá impactante. Mejor aun si se puede decir la última palabra, la más lógica, coherente e inteligente, por lo tanto, nunca se cierran los proyectos  o estos se vuelven infinitos. El que firma el documento final, para el político es relevante. Este hecho obviamente impide trabajar en equipo.
2.-  Ansias de poder.  Esta es la trampa de la mayoría de los políticos, las ansias de poder son inherentes a la mujer u hombre político. En su ADN esta inserto el querer tener poder. Este se manifiesta de diversas formas, querer cargos, roles o funciones que sean visibles, sentirse parte de una elite, llegar a ser presidente, o al menos ministro, senador o diputado como “premios” máximos.  Esta clase de poder actúa como una droga, cuando se probó algo de ese poder, ya no se puede dejar y siempre se quiere más, de esta manera se entiende las repostulaciones eternas de algunos personajes. Y si solo tenemos “poderosos” en un equipo, todos juegan para si mismos. Como esos equipos de fútbol, llenos de estrellas, pero sin capacidad de juego efectivo.
3.- Sed de reconocimiento. Este punto se relaciona con los anteriores, pero lo separo, porque es el premio que recibe el político cuando es reconocido, en algún medio, por algún grupo de electores o por sus pares (que es el reconocimiento máximo para ellos). Esta búsqueda de reconocimiento permanente, hace imposible ser solo un servidor anónimo, que trabaja silenciosamente por el beneficio de una causa. En la búsqueda del reconocimiento continuo, es difícil ser parte de un equipo con roles y funciones definidas, que trabajen sin importar si el trabajo es invisible.

Y, ¿en queda entonces, el famoso servicio público, que dicen tener los políticos?. En general creo que la gran mayoría de los políticos son bien intencionados con este tema, muchos entran a la arena política pensando en el servicio público, pero que queda opacado por los puntos anteriores una vez que se está adentro del sistema. La maquinaria electoral, hace que aquellos anónimos políticos que hacen el trabajo correctamente no sean reelegidos y tengan que entrar otros que estén dispuestos, por gusto o no, a “luchar” por un minuto de fama. Por lo tanto, el sistema es bastante perverso y los ciudadanos estaremos condenados a ver como nuestros dirigentes se seguirán peleando para salir en las páginas de los diarios dilatando acuerdos y consensos en favor de todos nosotros.

Finalmente hay un cuarto punto que es más complicado aún de analizar, desde este punto de vista,  y que es el que más perjudica el avance de un país:
4.- Posturas ideológicas.  Desde el punto de vista de trabajo en equipo, este tema es el más complejo. Me refiero a que el gran equipo llamado “Clase Política”, simplemente es imposible o muy difícil ponerlos de acuerdo. Para los ciudadanos comunes y corrientes es triste, penoso, desgastador y también inentendible, las disputas de poder entre partidos o conglomerados. Es demasiado notorio ver como se espera más la caída y el error del que está del otro lado, que esperar el acierto y el éxito en beneficio del país. Este gran equipo no existe, ya que la premisa número uno de trabajo en equipo es trabajar por un objetivo común. Ese objetivo común que debieran tener los políticos de que: “el país sea exitoso”, no es tal, ya que le colocan un apellido, que “el país sea exitoso…….pero si estoy yo en el poder”.

El trabajo en equipo requiere de un gran objetivo en común compartido y con la certeza de que se puede alcanzar independiente de quien este al mando,  de algunos líderes que se deben respetar, de muchas personas pensando en la mejor forma de trabajar y resolver los distintos temas,  de muchos ejecutores de distintas tareas grandes y pequeñas, de consensos, de ganas, de saber escuchar, de saber callar, de aplaudir y apoyar la idea adecuada aunque no sea de mi sector, de atreverse a pensar distinto, de pasar desapercibido si es necesario, de estar alerta de aquellas situaciones que nos sacan del camino correcto y comentarlas, de entender que para trabajar en equipo la camiseta debe ser de un solo color.