miércoles, 22 de agosto de 2012

Estudiantes idealistas o niños mal educados.

Para entender lo que esta pasando con algunos estudiantes secundarios en Chile,  como en todas las cosas, hay que profundizar más allá de lo aparente. Lo aparente es: un grupo de estudiantes protestando por la mala educación y exigiendo una educación de calidad. 

Pero ¿es cierto esto?, la verdad es que no, porque al escucharlos en sus demandas, hablan con frases aprendidas de adultos, casi mecánicas, con una arrogancia de niño mal criado que llama la atención, diciendole a un ministro de estado que no ha echo la pega y que ellos han preparado un documento, con lo que si tiene que hacer.

Un ejemplo de esto es la representante de uno de los grupos, Eloísa Gonzalez, 18 años y en 3ro medio por segunda vez quien dice: "La institucionalidad política no nos representa y no nos va a representar en el futuro cercano. Hay que entender que nosotros estamos por la construcción de una alternativa absolutamente distinta al sistema, queremos un nuevo sistema, en todas la áreas".Entenderá esta niña lo que esta diciendo, obvio que no; tendrá claro a que nuevo sistema se refiere, obvio que no. Tendrán claro estos niños que para construir una alternativa, hay que trabajar mucho, estudiar demasiado, esforzarse al máximo, tener una voluntad de fuego, saber dialogar, respetar las instituciones de la nación, tener la paciencia suficiente para preparase y algún día ser un líder de verdad. Parece que no.

¿Por qué esta sucediendo esto hoy? Mi teoría, es que lo que esta sucediendo deja en evidencia de que la educación ( o formación de nuestros niños) comenzó a desplomarse en el periodo de transición entre el gobierno militar y la democracia. ¿Por qué?, pasamos de un régimen autoritario, donde las libertades estaban restringidas, donde se persiguió por pensar distinto, donde se violaron los DDHH. etc. a un sistema donde nos fuimos al otro extremo, donde la autoridad se confundió con autoritarismo, donde el castigo incluso justo paso a ser represión, donde el lenguaje político trataba de consensuar. Pasamos de un sistema extremo a uno relativo. El problema hoy empieza con la generación de padres de jovenes y niños, que no supieron que hacer en este nuevo escenario. Esto se observa no solo en el conflicto estudiantil, si no en el entorno social que tenemos.

Los padres y los profesores perdieron la autoridad y con ello la posibilidad cierta de educar, porque el proceso formativo, que es parte de la educación no se puede hacer sin el referente de la autoridad, el liderazgo requiere de autoridad.

Estos niños tomándose los liceos, desfilando en ropa interior no respetan a nadie, ni siquiera a ellos mismos y a los otros niños que si quieren ir a clases. No tienen idea de lo que quieren y para colmo muchos padres y profesores, e incluso autoridades los defienden, sin entender que esto les quita los más importante: "la autoridad moral de educar".

Por lo tanto lo que tenemos en las calles es un grupo de niños mal educados haciendo lo que los niños mal educados hacen: un berrinche y no hay adulto que los pare. 

Esto no significa que este todo bien, falta mucho por hacer, pero de esta forma no se ayuda al proceso de mejorar la educación, a la que se debe agregar, una vez más ,¿como recuperar la autoridad de los padres y profesores?.

lunes, 6 de agosto de 2012

Más allá de las medallas en los JJOO.


Gracias a los JJOO tenemos 17 días en los que cambiamos la frivolidad y farándula televisiva de personajes que dejan mucho que desear  y en muchos casos vergonzosos, por otros personajes que encarnan sacrificio y esfuerzo, voluntad y temple, disciplina y orden. 
17 días en donde nuestros niños y jóvenes quieren ser Tomás, Denise, Kristel , Bárbara o incluso Usain  o Gabrielle . 
Este impacto también debe ser evaluado al momento de implementar los programas de apoyo al deporte de alto rendimiento. El impacto en los niños del fenómeno Tomás González, por ejemplo, vale más que una medalla de oro. 
Esto debe ser considerado por las autoridades al momento de evaluar la rentabilidad social de la inversión.
El deporte y la educación son dos áreas que nos pueden dar la mayor rentabilidad en la formación de mejores personas.


jueves, 5 de enero de 2012

Solo por Hoy, Gran Oportunidad.

"Los hombres mediocres esperan que las oportunidades lleguen hasta ellos. 
  Los hombres fuertes y alertas buscan la oportunidad".
  Anónimo.


"La oportunidad que no se aprovecho Hoy.
  Mañana NO existe".
  Solo el presente es real, no llores por lo que se perdió,
  no te ilusiones por lo que vendrá. Entre el llanto y la ilusión,
  solo hay incertidumbre. La certeza solo existe en el presente".
  A.Muñoz.



miércoles, 28 de diciembre de 2011

Los Mayas tienen razón. EL 2012 EL MUNDO SE DEBERÍA ACABAR.




Se debería acabar como un planeta, en el que sus habitantes se esmeran por destruirlo todo en pos del “desarrollo”.

Se debería acabar el mundo de los que odian, de los resentidos, de los aprovechadores,  el mundo de los egoístas y envidiosos, el mundo del terrorismo y la violencia.

Se debería acabar un mundo con pobres (para que nadie lo sea), pero sobre todo, de los pobres de espíritu, esos son los peores.

Se debería acabar el mundo de la “mala ciencia” y de la “mala tecnología” que construye para destruir a las personas y al planeta. Que bajo el alero del “progreso” generan más caos, más basura, más desorden y más entropía.

Se debería acabar el mundo de los inescrupulosos que por beneficios políticos, sociales o económicos no dudan en pisotear la moral y los altos valores humanos. Que por el hecho de tener  unos votos o pesos más, hacen lo que sea con tal de ganar.

En fín, suma y sigue,  la lista es larga. Y no quiero esperar al 21 de diciembre de 2012, como pronosticaron los Mayas,  para que ese mundo se acabe. Ojala, el 1° de enero de 2012 podamos optar a un mundo con más paz, armonía y belleza.

Un mundo con justicia, tolerancia y respeto. Igualdad de oportunidades y respeto por los más débiles.

Un mundo en el que nuestros hijos puedan tener un futuro con proyecciones para sus hijos y los hijos de ellos.

Feliz 2012 o mejor dicho hagamos del 2012 un año feliz, en un mundo feliz. Mucho depende de nosotros.

viernes, 26 de agosto de 2011

¿Por qué no nos comunicamos?


El dialogo puede ser “peligroso”, porque en definitiva se corre el riesgo de llegar a un acuerdo.

             
Es impresionante verificar como en este mundo, más pequeño que hace 15 años producto de las redes sociales y avances tecnológicos, nos comunicamos peor que antes o simplemente no nos comunicamos.
La paradoja reside en que si hacemos una encuesta, seguramente la gente opinaría que hoy nos comunicamos más rápido y mucho más que antes. Que las redes sociales, facebook , twitter, messenger, mail, Skype, etc, nos permiten tener una mayor y más desarrollada comunicación. Pero una cosa es comunicación y otra es una conversación digital.
Que implica una y otra. Las conversaciones digitales son simplemente un juego de conversaciones impersonales; que no comprometen a las personas: no hay emoción; la mayoría de las veces carentes del peso de la responsabilidad de quien las emite; pensadas y escritas de modo telegráfico, por lo tanto, sin la profundización que requiere; son una especie de juegos de palabras para decir lo que supuestamente pienso, siento o hago; el uso de símbolos o iconos remplaza la calidez de la emoción ( JLC:) ). Otra característica es que esperamos una respuesta rápida, casi inmediata de quien esta “al otro lado”, sino simplemente buscamos otro “iterlocutor”; llamamos amigos o seguidores a quienes llegamos o quienes nos responden, tanto así que alguien se puede jactar que tiene más de 1.000 amigos en la red y esto es relevante al momento de analizar el tema comunicacional, ya que, el concepto amistad también se comienza a perder su real significado. Se pueden dar muchos más ejemplos de las características de estas conversaciones digitales, pero lo importante es que los medios nos han dado inmediatez, pero nos han separado cada vez más de las personas, de la familia, de los amigos. Por ejemplo,  ya no es necesario ir a visitar a un amigo para su cumpleaños, solo le envío un mensaje.


La comunicación tiene implicaciones absolutamente distintas. Trataré de mencionar solo las dimensiones no tan evidentes dejando de lado lo que todos conocemos (mensaje, emisor, receptor, etc).
Lo primero y tal vez lo más importante tiene que ver con la disposición interna de ambas partes, la verdadera comunicación demanda un esfuerzo por querer darse a entender y por comprender lo que me quieren decir (asertividad y empatía). La comunicación debe ser como un baile armonioso entre las partes, donde el éxito es para todos los participantes.
La comunicación involucra el dar, recibir, ceder, entregar,  compartir y aceptar. Cada una de estas etapas son vitales en las que se debe generar un espacio común (comunicarnos), si no se genera ese espacio común, no hay comunicación. Por lo tanto yo doy algo ( una noticia, un mensaje, un afecto, una opinión, un reto, una felicitación, etc), pero alguien debe recibir esto activamente (escucha activa), tratando de comprender lo que se quiere decir y abriéndome al mensaje y al interlocutor; con esto yo debo ceder en mi resistencia al escuchar y a la argumentación que me dan, debo ponerme en la situación del otro y permitiendo hacer entrar el mensaje (puede ser una emoción); luego entrego una respuesta, que puede ser una opinión, un feedback, otra emoción, etc; en este verdadero dialogo vamos compartiendo juntos hasta llegar a la aceptación en conjunto.  Esto es solo parte de la comunicación.
En estos días hemos escuchado muy seguido “estamos dispuesto al dialogo”. Pero no se ve la disposición interna para hacerlo, no se observan las ganas de dar, recibir, ceder, entregar,  compartir y aceptar. Incluso se puede llegar a pensar, que para las partes,  en posiciones tan cerradas el dialogo puede ser “peligroso”, porque en definitiva se corre el riesgo de llegar a un acuerdo, que resulta altamente no deseable para conquistar adherentes, votos, simpatías o para mantener a los aliados. En estos términos nunca va a existir comunicación. Por otro lado los jóvenes de hoy, como viven en la era de la conversación digital, quieren respuestas rápidas, del tipo si o no, y la respuesta de ellos puede ser me gusta o no me gusta, pero sentarse a debatir y a negociar no está en el chip de ellos, es demasiado largo e involucra abstracción, término que no existe en las conversaciones digitales.  Por otro lado los adultos no entienden esta nueva era, y tampoco hacen el esfuerzo de entenderla. Además si le agregamos intereses políticos a este tema, entramos en un círculo vicioso que no tiene salida.
La solución es que las partes tengan disposición interna a dar, recibir, ceder, entregar,  compartir y aceptar. Se ve difícil, pero comunicarse es más fácil de lo que se ve.
Lamentablemente, “El mundo de hoy es más pequeño, pero más distante”


martes, 26 de julio de 2011

Por qué los políticos no pueden (no saben) trabajar en equipo.


Una frase reiterativa en todos los grupos políticos es el trabajo en equipo, pero sin embargo en la práctica no lo hacen tan bien como quisiéramos. Los hechos nos indican que los personalismos, caudillismos y liderazgos mal entendidos impiden realizar un buen trabajo colectivo armónico y eficiente.
Las causas más importantes de este poco efectivo trabajo en equipo son:
1.- Excesivas ganas de protagonismo de los dirigentes. Esto de alguna manera es lógico ya que los políticos no pueden ser incognitos, necesitan del voto y de la aprobación popular, por eso requieren de aparecer en todas las “fotos” posibles, como gestores o integrantes de alguna noticia, ojalá impactante. Mejor aun si se puede decir la última palabra, la más lógica, coherente e inteligente, por lo tanto, nunca se cierran los proyectos  o estos se vuelven infinitos. El que firma el documento final, para el político es relevante. Este hecho obviamente impide trabajar en equipo.
2.-  Ansias de poder.  Esta es la trampa de la mayoría de los políticos, las ansias de poder son inherentes a la mujer u hombre político. En su ADN esta inserto el querer tener poder. Este se manifiesta de diversas formas, querer cargos, roles o funciones que sean visibles, sentirse parte de una elite, llegar a ser presidente, o al menos ministro, senador o diputado como “premios” máximos.  Esta clase de poder actúa como una droga, cuando se probó algo de ese poder, ya no se puede dejar y siempre se quiere más, de esta manera se entiende las repostulaciones eternas de algunos personajes. Y si solo tenemos “poderosos” en un equipo, todos juegan para si mismos. Como esos equipos de fútbol, llenos de estrellas, pero sin capacidad de juego efectivo.
3.- Sed de reconocimiento. Este punto se relaciona con los anteriores, pero lo separo, porque es el premio que recibe el político cuando es reconocido, en algún medio, por algún grupo de electores o por sus pares (que es el reconocimiento máximo para ellos). Esta búsqueda de reconocimiento permanente, hace imposible ser solo un servidor anónimo, que trabaja silenciosamente por el beneficio de una causa. En la búsqueda del reconocimiento continuo, es difícil ser parte de un equipo con roles y funciones definidas, que trabajen sin importar si el trabajo es invisible.

Y, ¿en queda entonces, el famoso servicio público, que dicen tener los políticos?. En general creo que la gran mayoría de los políticos son bien intencionados con este tema, muchos entran a la arena política pensando en el servicio público, pero que queda opacado por los puntos anteriores una vez que se está adentro del sistema. La maquinaria electoral, hace que aquellos anónimos políticos que hacen el trabajo correctamente no sean reelegidos y tengan que entrar otros que estén dispuestos, por gusto o no, a “luchar” por un minuto de fama. Por lo tanto, el sistema es bastante perverso y los ciudadanos estaremos condenados a ver como nuestros dirigentes se seguirán peleando para salir en las páginas de los diarios dilatando acuerdos y consensos en favor de todos nosotros.

Finalmente hay un cuarto punto que es más complicado aún de analizar, desde este punto de vista,  y que es el que más perjudica el avance de un país:
4.- Posturas ideológicas.  Desde el punto de vista de trabajo en equipo, este tema es el más complejo. Me refiero a que el gran equipo llamado “Clase Política”, simplemente es imposible o muy difícil ponerlos de acuerdo. Para los ciudadanos comunes y corrientes es triste, penoso, desgastador y también inentendible, las disputas de poder entre partidos o conglomerados. Es demasiado notorio ver como se espera más la caída y el error del que está del otro lado, que esperar el acierto y el éxito en beneficio del país. Este gran equipo no existe, ya que la premisa número uno de trabajo en equipo es trabajar por un objetivo común. Ese objetivo común que debieran tener los políticos de que: “el país sea exitoso”, no es tal, ya que le colocan un apellido, que “el país sea exitoso…….pero si estoy yo en el poder”.

El trabajo en equipo requiere de un gran objetivo en común compartido y con la certeza de que se puede alcanzar independiente de quien este al mando,  de algunos líderes que se deben respetar, de muchas personas pensando en la mejor forma de trabajar y resolver los distintos temas,  de muchos ejecutores de distintas tareas grandes y pequeñas, de consensos, de ganas, de saber escuchar, de saber callar, de aplaudir y apoyar la idea adecuada aunque no sea de mi sector, de atreverse a pensar distinto, de pasar desapercibido si es necesario, de estar alerta de aquellas situaciones que nos sacan del camino correcto y comentarlas, de entender que para trabajar en equipo la camiseta debe ser de un solo color.




lunes, 24 de enero de 2011

¿Es usted un Líder Resiliente?



La Resiliencia, se la entiende como aquella capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y salir fortalecidos (E.Grotberg).  Esas adversidades pueden ser en cualquier ámbito de la dimensión humana y pueden ser gatilladas por diversos factores, desde eventos de desastres naturales y conflictos armados hasta situaciones laborales, familiares o personales. Ante cualquiera de estos eventos, las personas actúan de tres formas, como víctimas, quedan inmóviles o son resilientes. 
Para ser resilientes se debe realizar un proceso de aceptación de la realidad, de adaptación y de acción interna que los muevan a salir adelante a pesar de situaciones difíciles, pero lo más importante es que logren un aprendizaje y crezcan como personas. De aquí nacen las primeras dificultades en la acción de la resiliencia, ya que aprendizaje implica un cambio de conducta, lo pongo destacado: aprendizaje implica un cambio de conducta. Y de aquí, la segunda dificultad para realizar estos cambios, se necesita un conocimiento de uno mismo, fundamental para lograr los cambios, de lo contrario ¿que cambio?. De hecho algunos autores manifiestan que la resiliencia nace de la fortaleza interior, y se pueden reconocer tres fuerzas esenciales para realizar el proceso de resiliencia: confianza en uno mismo, autoestima y concepto sobre uno mismo. 
Se han preguntado alguna vez ¿cual es la fuente de su fortaleza interior?, la respuesta a esto tiene que ver con el conocimiento de uno mismo.
Poco se ha hablado de que el líder necesita un alto grado de trabajo personal, de dominio de sus emociones, de conocer sus fortalezas y debilidades, de tener capacidad de cambio para lograr aprendizajes. El líder debe ser resiliente, y no solo eso, debe gestionar la resiliencia en sus equipos y colaboradores para lograr superar las dificultades, crecer como equipos y generar los aprendizajes respectivos. De esta manera los equipos se fortalecen bajo la guía de un líder resiliente.
Los pilares de las personas resilientes son introspección, independencia, capacidad de relacionarse, iniciativa, humor, creatividad, moral y capacidad de pensamiento crítico. Por esto es que las personas resilientes tienen la capacidad de tener una emocionalidad positiva, son optimistas y un pensamiento positivo, son creativos y buscan innovar, se automotivan, capacidad de adaptarse a los cambios, tienen mejor salud y más energía.
Por lo tanto si usted quiere saber si es un líder resiliente comience por preguntarse ¿cuanto se conoce a si mismo?. La primera visión del líder debe ser hacia si mismo.