jueves, 9 de diciembre de 2010

Aprendizaje después de la tragedia.

Se define aprendizaje como la adquisición de nuevas habilidades, conocimientos, destrezas de distinto tipo y conductas.
Feldman agrega lo más importante a esta definición, aprendizaje implica un cambio en la conducta de las personas.
Rafael Echeverría, en "Escritos sobre Aprendizaje" recalca: "La existencia de resultados que no nos satisfacen implica que es necesario cambiar las acciones que los producen, sean estas nuestras o de otros. Si las acciones no son modificadas no cabe esperar que los resultados cambien. Y sin embargo, hay personas que hacen precisamente eso: aspiran a que los resultados sean distintos, haciendo lo mismo. En estos casos, la posibilidad de que los resultados se modifiquen recae exclusivamente en cambios en el comportamiento de los demás o en eventuales transformaciones en nuestro entorno. Ello implica abandonar aquello sobre lo que tenemos nuestra mayor capacidad de incidencia: nuestras propias acciones". " Si la acción no produce la satisfacción deseada, es  indispensable modificar la forma como actuamos. Para ello recurrimos al aprendizaje"
Palabras sencillas y claras, que nos hacen sentido y las creemos correctas. Entonces ¿donde radica la dificultad de aprender?. Simplemente, en la acción, que requiere un mínimo de esfuerzo, de voluntad, a veces de carácter. El salir de la inercia de nuestras vidas requiere cambiar nuestra forma lineal de ver las cosas y comportarnos. Requiere sacudir la pereza mental y física.
Esta inercia también esta en las empresas, instituciones y organizaciones privadas y estatales. Sobre todo de estas últimas, en que el anquilosamiento de las estructuras y departamentos impiden una movilidad ágil y adecuada.
El aprendizaje en nuestra vida personal, familiar y laboral es fundamental para cambiar, no cometer una y otra vez los mismos errores, en definitiva para crecer.
Muchos tienen el síndrome del burro en la noria, caminan y caminan, pero no avanzan, no aprenden, no crecen.
La tragedia de la cárcel de San Miguel ojalá nos sirva para aprender y cambiar de una vez por todas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario