lunes, 13 de diciembre de 2010

La Estrategia de un Samurai.


Las artes marciales y las técnicas orientales, nos han enseñado mucho sobre la forma de enfrentar los negocios y la vida profesional, no solo en lo que se refiere a estrategia y táctica, sino también a una forma distinta de hacer las cosas, con un sentido de la moral y de la preparación interior distinta.
El más conocido de estos aportes es el famoso libro “El Arte de la Guerra” de Sun Tzu, que ha tenido muchos análisis, comparaciones y textos,  en áreas como el liderazgo, trabajo en equipo, estrategia, etc.
Quiero compartir las normas de estrategia de un samurai S. Musashi que vivió en XVII, era un maestro del Kendo.

“La Estrategia es la esencia del samurai. Las normas que el camino exige a los hombres que quieran aprender mi estrategia, son las siguientes:
1.- No pensar con deshonestidad.
2.- El camino esta en el entrenamiento y la práctica.
3.- Familiarizarse con todas las artes.
4.- Conoce el camino de todas las profesiones.
5.- Distingue entre el vencer y el ganar en todos los campos.
6.- Desarrolla juicios instintivos y trata de comprender todo.
7.- Percibe aquellas cosas que no se pueden ver.
8.- Presta atención a todo, aun a lo trivial y frívolo.
9.- No hagas cosas que no se acostumbran.
Es importante que empieces a asentar y poner en práctica estos principios en tu corazón, en beneficio del Camino de la Estrategia”. (Musashi).

Cada uno podrá leer e interpretar de varias formas esta enseñanza, pero sin duda llaman la atención algunos aspectos que quiero resaltar:
1.- Un alto sentido de la moral, que sin duda los samuráis tenían escrito a fuego en sus conciencias, no ser deshonestos, el vencer siempre en buena lid, no hacer cosas que no atenten con nuestras normas y costumbres.
2.- El perfeccionamiento continuo,  siempre aprender de todo, no solo de su área o tema, sino ir más allá conocer otras materias y otras artes. Estar abiertos a que siempre se puede aprender y permitir que las personas que están trabajando con nosotros o que son nuestros colaboradores, tengan la posibilidad de perfeccionarse.
3.- Por último desarrollar ese sentido del instinto, de ver más allá, de entrenar la percepción por sobre  lo que vemos o de lo que creemos ver, estar atentos a todo, lograr estar en un estado de conciencia no común, vivir en estado de alerta a las amenazas diarias y a las oportunidades que se nos presentan cada día.

Hoy ya no hay samuráis, pero sin duda la disposición interna bien vale la pena seguirla.  El éxito viene de esa acción.

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